¿SÍNDROME
POST-VACACIONAL?
Este término se le da a la sensación que un viajero experimenta luego de llegar de viaje, en el que la añoranza,nostalgia y en algunos casos tristeza se presenta al volver a casa.
¿Pero… qué sucede cuando un viajero regresa a su lugar de origen luego de haber vivido en el extranjero por una temporada?
Nosotros diríamos que sucede lo mismo, si bien es cierto que la capacidad de adaptación de una persona debe ser constante, regresar al país de origen es un verdadero reto. Para empezar, la realidad es dura y se presenta de diferentes formas, por ejemplo: volver a un
país en el que los salarios no corresponden a las horas trabajadas, salir de viaje con 20 euros por vuelos no es posible y en ocasiones que tres semanas trabajadas no equivalen a una de vacaciones, ya que esos son algunos de los beneficios de vivir en Irlanda.
Aunque no eran precisamente vacaciones, pues todos hicimos una vida en ese país por ciertos meses, ya sean 8, 16 o 24 meses forjamos una rutina e hicimos de ese país “temporal” un hogar en el que muchos de nuestros amigos estaban en la misma situación que nosotros y por ello construimos lazos fuertes en los que comenzamos a diseñar una vida en aquel lugar.
Sin embargo, si por alguna razón, debimos volver a nuestro país, el proceso de adaptación muchas veces no es sencillo, aquí te dejamos una serie de pasos para hacer más llevadero el proceso:
Llegar a hacer “algo”
Al regresar posiblemente te des cuenta de que el y la que cambió fuiste tú, los demás permanecieron, vas a querer contestar en automático en inglés o vas a esperar escuchar “sorry” todo el tiempo y por cualquier motivo.
Pero buscar un trabajo, aplicar los conocimientos adquiridos sobre el idioma, por ejemplo dar clases o asesorar a otros estudiantes puede ser muy útil al momento de integrarte a esa nueva realidad.
Acercarte a personas que hayan vivido la experiencia
Hablar con gente que ya ha pasado por eso ayuda mucho, ellos y ellas ya te llevan ventaja en el proceso de adaptación y platicar de lo que te sucede además de aligerar la carga, las risas no van a faltar, pues lo mejor es tomarlo con calma y verás que muchos de tus dudas serán compartidas con los y las demás.
Ser amable y paciente contigo
Cada persona tiene sus tiempos, el proceso puede ser fácil para algunos si encontraron trabajo al llegar o los amigos y familiares hicieron de la transición un acompañamiento más cercano, pero para aquellos que añoren y sientan la nostalgia de volver a aquel país que nos abrió las puertas, aceptar pacientemente que las oportunidades las hacemos nosotros y que aprendimos y crecimos de cada paso que dimos, el proceso de adaptación será más llevadero.
Si bien vivir la experiencia de estudiar y trabajar en el extranjero no es lo mismo que vacacionar, el síndrome post-vacacional es algo que podríamos decir se repite en sensaciones y emociones para los viajeros que regresan a su país de origen, lo mejor será buscar un nuevo estilo de vida y afrontar con mayores herramientas, el futuro laboral y social.